MARITZA POSAVAC
Ave Loreto, Edif. Atlas
Piura, Perú 
DNI 02653753

Problemas de:

  • Insomnio
  • Taquicardia
  • Depresión
"Estoy muy agradecida a la Terapia Homa porque me ha hecho mucho bien a mi vida. Cuando llegué, sufría de insomnio y no podía dormir, tenía taquicardias y desde el primer fuego me fue maravilloso. Le ha dado otro sentido a mi vida; le ha dado un poco de luz, porque estaba confundida, no sabía que hacer. Me preguntaban que quería de la vida y me pedían que lo anote en un papel y ¿como estaría de mal? que no sabía que escribir. Pero ahora ya sé que quiero de la vida y me ha hecho ver la vida de otra manera. La Terapia Homa sé a convertido en parte de mi vida tanto como lo es el cepillarse los dientes todas las mañanas todos los días. Espero que la Terapia Homa siga haciendo maravillas en mi vida.

Al cambiar yo, mis hijos se contentaron. Mis hijos al comienzo no respetaban el tiempo que le dedicaba a la Terapia Homa y me decían que me extrañaban mucho. Pero ahora hacemos el fuego todos juntos, aunque son niños de 12 y 13 años.
Antes estaba todo el día alterada, todo el día lloraba, no tenía tranquilidad. Ahora estoy mucho más tranquila y tengo más paciencia con mis hijos. Obviamente, el no dormir me tenía irritada siempre; yo tenía varios meses tomando pastillas porque me levantaba entre las 2 y 3 de la mañana con taquicardia y asustada. Tenía unos miedos terribles; entre las 5 a.m. y 6 a.m. otra ves y en ese plan estaba y no podía dormir. Es más, tenía muchas pesadillas y en la tarde no quería hacer siesta porque tenía miedo de cerrar los ojos. Había perdido el apetito, no comía nada, no sentía el sabor de los alimentos y ya no. 
De verdad hace 3 o 4 días que he tenido miles de imprevistos y no he podido asistir a los fuegos de la Terapia Homa y otra vez estoy con falta de apetito, me duele la cabeza, tengo angustias, me sentía recontra mal, pero solo con estar sentada aquí en el fuego del Agnihotra me va de maravilla.
He conocido una sicóloga que me esta ayudando, la compra de los libros son afines, aprendí que tengo que ser feliz con lo que tengo sin lamentarme y le pido a Dios paciencia y tolerancia. No confundo esto con religión, porque hay gente que tiene miedo. Yo siempre les digo que cuando uno está mal de la garganta y va al doctor, el no le pregunta si fue a misa el domingo y no da las recetas con Ave Marías, el da sus pastillas y se acabó. Lo mismo es con la Terapia Homa."